viernes, 31 de mayo de 2013

Conciencia

Si sé que ya ni escribo pero es para que vean que cuando venga por acá es para algo bueno.

Hoy quiero contar una experiencia que tuve en el verano, que por cierto es muy enriquecedora, para... uhm no sé si generar conciencia pero al menos para que la tengan bien presente.

A mediados de Enero me fui a Melipilla, a la casa de mi pololo (bueno, de sus papás jajaja) y me llevó a muuuchos lugares que no conocía, tanto dentro de Meli como en sus cercanías: Santiago, San Antonio y hasta fuimos a Valparaíso.
En una de nuestras aventuras me llevó al que fue su colegio de siempre: el Colegio Manso de Velasco, bonito, rústico, con pinta de cabaña graaande y muy limpio; me gustó más todavía porque los colegios me importan, quiero ser profesora así que me preocupo de la infraestructura y la comodidad de los alumnos.
Sabiendo esto comenzamos a recorrer las salas: amplias, con buena vista, con todo lo necesario para un buen ambiente, pero hubo algo que me llamó mucho la atención: a pesar que estuviéramos en Enero ¡seguían habiendo cuadernos, carpetas, estuches, libros, agendas, etc dentro de las salas! igual raro porque ya estarían todos de vacaciones y ¿por qué no llevarse sus materiales a casa?
Hurgueteamos por todas partes y pillé un montón de cosas. Con decir que vi desde el contrato de la profesora de lenguaje en una agenda hasta el libro de lenguaje del profesor que da el ministerio, ¡wow! es como una librería pero gratis.

Y es como dicen "la basura de uno es el tesoro de otro" así que decidí aprovechar, no es robar ¡OJO! porque al otro día el caballero encargado de todo se llevaría todos esos cuadernos para quemarlos y/o botarlos.
Prefiero que tengan un buen hogar y un buen uso como el que les daré yo.
Me da una tremenda pena saber que estos alumnos, hijitos de papá, no aprovechen sus útiles y menos tengan conciencia de lo que cuesta obtener un cuaderno, un libro, un diccionario, un estuche, etc Esta noción de lo que cuesta tener las cosas no se las inculcan y me parece asqueroso saber que así serán las generaciones que estarán a cargo del planeta.

Ahora vivo feliz y con más conciencia que nunca, con mis nuevos cuadernos y con una buena razón para ser profesora: cambiar la educación chilena y hacerla de calidad pero DESDE la sala de clases generando la conciencia que nos falta como sociedad, ¡ah! y dejando mejores personitas para un mundo mejor.


esta entrada va para ti mi amigo, mi fiel lector